A pesar de desempolvar una bola de cristal cada año para predecir qué triunfará y qué decepcionará, el mundo tecnológico no deja de sorprendernos.

¿Por qué? Porque la tecnología se ha vuelto una religión, una declaración de personalidad. Pregúntenle a quien tiene un iPhone cuál es el mejor télefono y luego repitan la pregunta a un usuario de Android. Las respuestas será diametralmente opuestas, pero igual de apasionadas.
EXTRAIDO DE: http://www.bbc.co.uk/mundo/noticias/2012/12/121228_tecnologia_ganadores_perdedores_2012_dc.shtml